Todo arreglado... creo

Creo que los comentarios funcionan. Yo he hecho la prueba y he podido comentar. De todas formas, si alguno tenéis problemas, escribidme y lo miro. Ya conocéis mi dirección: carlosgilcoaching@gmail.com

Por otro lado, cuando os hablé del nacimiento del coach, os dije que pondría la foto del carruaje. No es que tenga dominado esto ya, pero al menos he aprendido a subir fotos, así que... ahí va!

Levántate y brilla!

Os dejo un video que me han enviado y que me ha gustado. 

Después de verlo, he decidido vencer a la pereza y me voy a correr a un rato!

No funcionan los comentarios..

No sé que he tocado pero si se deja un comentario, éste no aparece... Como sabéis soy nuevo en esto y tengo que investigar. Os avisaré cuando lo arregle.

Buenas noches!

¿Qué te impide cambiar ahora?

¿Te has hecho alguna vez esta pregunta?

Yo, por ejemplo, he tenido muchas veces una lista de tareas y cosas por hacer que en lugar de ir disminuyendo, aumentaba. Añadía y añadía más cosas sin llegar a terminar ninguna de las otras. ¡Qué agobio! De repente, lo más nimio se volvía de una importancia suprema y tenía que hacerse. Como ejemplo, ordenar aquella mesa, que tiene unos papeles encima, revisar mi colección de música y películas para ver si está bien clasificada... Cualquier cosa menos lo realmente importante. Y pensaba: "bueno, es que ahora con el poco rato que tengo no me da tiempo (o no lo voy a hacer bien y no quiero dejarlo a medias), lo hago mañana que seguro que tengo más tiempo". Y al día siguiente siempre surgía alguna otra cosa que me lo impedía.

¿Te suena de algo?

Esto es lo que nos pasa a muchos, por no decir todos, en algún momento de nuestra vida. Queremos cambiar, queremos hacer cosas, pero siempre hay algo que nos lo impide. Quiero que te fijes en esta forma de hablar "siempre hay algo que nos lo impide". Ponemos el énfasis en las circunstancias, fuera de nosotros, para quitarnos la responsabilidad que tenemos por la postergación de la tarea. En otras palabras; nos justificamos autoconvenciéndonos a nosotros mismos y a los demás que yo quería, pero es el destino y el universo el que se ha confabulado para que no pueda hacerlo.

Vamos, seamos sinceros, ¿realmente todo el universo en toda su extensión, con todas sus estrellas, todos sus planetas, toda su energía, se ha centrado en mi para que no cambie esa bombilla que lleva fundida 2 meses? Digo yo que algo habré tenido que ver yo con ello, ¿no?

Ahora puedes responder a la pregunta: ¿qué te impide cambiar?

¿Qué te parece si ahora mismo empiezas a cambiar todo esto? Te propongo un ejercicio muy sencillo:
Si eres de los que tiene en la cabeza un montón de cosas y solo de pensar en todas ellas te entra congoja, coge una hoja de papel y escríbelas todas. Cuando las tengas todas escritas repásalas y mira a ver si te has dejado alguna.

Ahora, escoge una de ellas y márcala. Esa va a ser la tarea que durante la semana que viene te vas a comprometer a hacer. Esa y sólo esa, todas las demás ya vendrán después.
¿Por qué? Porque el hecho de que te concentres en un solo objetivo hace que tu mente y todas sus acciones vayan dirigidos a conseguirlo. Cuando tenemos varios focos de atención, el cerebro debe cambiar constantemente de uno a otro. Estos cambios continuos únicamente sirven para gastar energía y no permiten concentrarse en lo que uno está haciendo.
Mi consejo es que escojas una de dificultad normal. Entre pintar una habitación y cambiar una bombilla es más probable que cambies la bombilla.

Cuando la hayas completado táchala de la lista. Verás lo bien que te sientes contigo mismo después de haber terminado con esa tarea que tenías rondando por la cabeza. Y ahora.. a por otra!!!!

Si haces una cosa detrás de otra verás como poco a poco todo el papel queda tachado.
Se trata de dar pequeños pasos. Los cambios empiezan por algo muy simple, ordenar unos papeles, hacer esa llamada pendiente, revisar las facturas.. y su efecto es el de una bola de nieve ladera abajo, van trayendo más y más cambios.

Todos podemos cambiar y mejorar nuestra vida, a veces sólo necesitamos un empujoncito, algo que nos recuerde para qué lo hacemos.
Yo tengo una pizarra en mi casa que utilizo para mis sesiones de coaching y entre sesión y sesión, escribo frases, notas, que me recuerdan lo que quiero y me animan a ponerme en marcha. Esta es mi pizarra (para que te hagas una idea):

Tú puedes hacer lo mismo, puedes escribirlo en un post-it y dejarlo en un sitio que lo veas cada mañana. ¿Para qué quieres cambiar? ¿Qué quieres conseguir?

Si te pones en marcha ahora, quién sabe a dónde llegarás. Tú pones tus propios límites.

Los estilos del coaching

Durante la vida del coaching se han desarrollado diferentes estilos, cada uno con sus particularidades. Los principales son:

• Coaching Pragmático (Americano): El empawerment!! Tú puedes, ánimo! Levántate, hazlo! Es el estilo más directo y desafiante, donde se reta al cliente y se aumenta su autoestima para que alcance sus metas.
• Coaching Ontológico (Sudamericano): Pone mucho énfasis en el lenguaje, en la manera que tenemos de expresarnos y en la corporalidad de la persona. A través del lenguaje el coach hace reflexionar al cliente y mueve sentimientos muy profundos. Para mi gusto, este tipo de coaching, en su forma más pura, remueve demasiado los sentimientos del cliente y le hace pasar un mal rato que se puede evitar con otros ejercicios.
• Coaching Humanista (Europeo): Pone énfasis en el desarrollo de la persona y sus capacidades para alcanzar su objetivo y, con ello, mejorar su vida. Trabaja en tres pilares fundamentales; conciencia del coachee en su momento actual; autocreencia del coachee de que merece y alcanzará su objetivo; y responsabilidad del coachee para llevar a cabo las acciones necesarias para alcanzarlo.

¿Y cuál es el mejor? ¿Cuál es el adecuado para mí? Yo no creo que haya un único estilo de coaching válido. Cada uno de ellos tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. El buen coach debe adaptar su estilo a su cliente y al momento en que éste se encuentra. 

Primer cambio

Como dije al principio, este blog no está terminado ni mucho menos... así que aquí llega el primer cambio!!!!

Una muy buena blogger y mejor amiga me ha hecho un par de recomendaciones que voy a seguir. La primera era cambiar el fondo... HECHO!!
La segunda... sinceramente no sé cómo hacerlo así que le preguntaré :S

Además celebro mis tres primeros seguidores!!!

Mientras tanto estoy preparando el siguiente tema: os quiero hablar de los distintos estilos de coaching que hay. Espero poder publicarlo pronto.

Hasta entonces os deseo muy buena semana y mientras tanto os dejo un fragmento de Alicia en el país de las maravillas. Tienes claro qué es lo quieres conseguir??

El nacimiento del coaching

Después de bastante tiempo sin publicar nada, hoy quiero hablaros de cuáles son los orígenes del coaching.

Coach en inglés significa entrenador y aunque esa traducción venga muy bien a la profesión, como entrenadores de vida y trabajo que somos, el coaching no viene de ahi.
La palabra coach proviene del inglés y antiguamente era el nombre que se le daba al conductor de los carros que se utilizaban, por ejemplo, en el oeste americano (quería poner una foto pero no he podido!!! todavía no domino esto. La pondré).
El conductor de estos vehículos (el coach) transportaba a las personas de un lugar a otro, tal y como hace el coach con sus clientes, les acompaña desde el momento presente, el ahora, hasta ese nuevo lugar que es su objetivo.

El coaching tiene muchas influencias, sobre todo filosóficas, y se remonta a épocas muy lejanas. En la filosofía griega nos encontramos con el inicio del coaching.

El primer coach fue Sócrates con su método de la mayeútica. "Yo sólo sé que no sé nada" y con de este punto de partida, escuchaba las afirmaciones de sus discípulos y les hacía preguntas para que ellos mismos llegaran al conocimiento.

¿Conocéis el mito de la caverna de Platón? Tres personas han pasado toda su vida encadenados dentro de una caverna oscura mirando hacia una pared donde se proyectan las sombras del exterior. Para ellos, que no conocen nada más, su caverna y esas sombras forman su mundo. Un día, uno de ellos sale de la caverna y ve la luz del sol. Se da cuenta de que las personas que habitan fuera son cómo él y no las grandes sombras que se veía desde dentro. Emocionado, vuelve a la caverna a contarles a sus compañeros lo que ha visto pero ninguno de ellos le cree.
Para mi, este es un muy buen ejemplo de lo que lo que es el coaching. Las personas estamos dentro de nuestra caverna, viendo día tras día lo que pensamos que es nuestra realidad tan sólo saliendo de la caverna, con un proceso de coaching, nos podemos dar cuenta de que hay muchas más opciones fuera que dentro.

Aristóteles con su teoría del Ser y el Deber Ser también da unas pautas que son recogidas en el coaching. En Ética a Nicómano escribe: "[...] es preciso también que el hombre actué de un modo determinado; ante todo, que actúe a sabiendas: [...] que proceda en razón de una decisión consciente [...] que quiera eso de verdad: [...] con voluntad para poner en práctica lo aprendido."
De aquí, cabe destacar lo que es uno de los pilares del coaching, el CAR:

• Conciencia: Actuar a sabiendas de lo que se hace, siendo consciente del momento y de la decisión que se ha tomado.
• Autocreencia: Creer en uno mismo, creer que te mereces conseguir el objetivo que tú te has marcado y que es posible conseguirlo.
• Responsabilidad: La voluntad para alcanzar lo deseado. Tú caminas hacia tu objetivo, no los demás por ti. Sólo tú puedes dar esos pasos. 

Y hasta aquí esta introducción a los orígenes del coaching. Espero que la encontréis interesante.